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FIGURITAS "MILONGUITA" (I) EL MARKETING EQUIVOCADO - Por El Turco Desvarietti

La década de los ochenta se va adentrando insidiosamente en una generación de Tangueros viejos que han visto algunas hojas verdes en el mutilado árbol de la música popular. Algunos cantores despegan del conocido programa del conductor Brasileño Silvinho Soldán y hacen carrera en telenovelas que se exportan a Iisrael o a Filipinas. Pero el tango nacional y popular se va anquilosando bajo la tremenda carga del tiempo y los trajes cruzados con botones y caspa. Los animadores de todo el movimiento, quienes decollaban en los escenarios de todo el país o brindaban sus florituras llenas de sapiencia en las milongas de todo el país han envejecido y no hay relevo ninguno que pueda suplantarlos. En la mayoría de las milongas se ven viejas glorias que aquejadas de temblores intentan resucitar el ambiente

EL TANGODROMO. UN PROYECTO DESCARRIADO

No hace mucho tiempo nos llegaba un vídeo de un tal Philo Cetamol, que se decía arquitecto e inquietaba a todos aquellos que no tienen nada que hacer con su dinero, con un proyecto llamado Ciudad milonga,  una megaurbanizacion con la forma aproximada de la cara gardeliana -con funyi y todo - en el que se incluirian gigantescas pistas,  centros comerciales solo dedicados a complemento tangueros, pistas al aire libre

EL PEBETE BURUNDI DESPOTRICA CONTRA EL MUNDIAL DE TANGO

Vuelve el Pebete Burundi, y con pòlemica. Ahora el milonguero que se dice inmortal arremete contra el mundial de tango. Reproducimos aqui sus palabras en las que revindica a los olvidados  milongueros de Africa y a los del interior en pos de un supuesto negocio que favorece a los capitalinos

MILONGUEROS EN EL MUNDO: Lavinia Alorda de Sanguchetti

Hola amigos de  "La Bata de Lusiardo". Les escribo desde Durban en Sudafrica en donde hemos ido a parar junto con mi marido  Emilio Sangucheti  fanático de la cultura Zulu y  de los tangos de Racciatti. Eramos una pareja adinerada que gustaba sobre todo del turismo de aventura y visitar lugares exóticos. Así conocimos las Islas Marias en Mexico,  - donde tuvimos una mala experiencia   ya que nos dijeron que era un paraíso idílico y al final resulto ser una colonia penitenciaria

LA LEYENDA DE TANGUITO SHAOLIN

Solía venir a la milonga de blanco riguroso (como si guardara a perpetuidad luto oriental) desde uno de esos barrios periféricos en los que el buen gusto en el vestir es casi un oxímoron. Lo anunciaba su coche, una antigualla en miniatura que había pertenecido a un dueño fallecido por sacar la cabeza en un baden y al que su fantasma hacia sonar la bocina ante la inminencia de cualquier accidente

La estampita de San Finito Escabiadin a Litigio Virtual

Hace un año contábamos la triste muerte del Leopaldo Barruco , Rabelesiano y pugliesista , que con su muerte inspiró un horrible cuadro al que se le atribuían poderes sanadores. El cuadro, obra del pintor Caffada , presidia el velatorio y bajo su admonición, negados y sufridos milongueros percibieron un cambio en su ruinoso sino. El cuadro se convirtió en estampita . Los afanes mercantilistas de los vivillos que nunca faltan le adosaron incluso una oración. Todo milonguero de pro se encomendaba a San Finito Escabiadín . Los bolsillos y las carteras alojaban ajadas estampitas compradas en los chinos. En la milonga hasta los mas burros tanteaban el compás con la delicadeza de una damisela de buena cuna y las voleas a media altura guiadas por el todopoderoso influjo de la estampita acariciaban el aire sin topar con extremidades ajenas ni provocar lesiones permanentes. Hasta los melancólicos responsables de la guardia sanitaria nocturna, postergados por tantos tobillos quebrad...

MILONGUEROS EN EL MUNDO - Pepito Choripani, un milonguero lapones

Hola amigos de Lusiardotango.club. Les escribo desde una remota región de Laponia en la que vivo por tonto.  En los años noventa tenia una pequeña whiskería para milongueros de la vieja guardia. Lamentablemente un episodio con alcohol adulterado en el que me pescaron y la progresiva merma de mi clientela (algunos muertos de años y otros retirados por prescripción médica) hicieron que abrigara locas esperanzas en el exterior. Los vivillos de siempre, esos que bien viven del sufrimiento ajeno, me aconsejaron que viajara a vender Helados Laponia . Eran otras épocas en que la pibada creía que un joven emprendedor podía ganarse la vida honestamente vendiendo helados en Alemania.  Yo no era joven. Y tampoco heladero. Pero me fui encamotando con las promesas de una vida mejor y la nostalgia por la efímera marca de mi infancia que habría migrado como yo( así lo creía entonces) hacia nuevos horizontes. Hice plata vendiendo mi colección de cassettes tangueros ...