Puedes verlos en cualquier milonga errando casi al borde de la melancolía. En sus épocas de esplendor su cantidad llegó a ser tan grande que las gentes de bien se divertían cazándolos, al igual que búfalos, a fuerza de bromas y chanzas, hasta que lógicamente se fueron alejando y disminuyendo con su hábitat natural amenazado por el cambio climático o la caza furtiva a taconazos. Hoy se encuentran en peligro critico de extinción. Lo que ha motivado que el conservacionista Pírrico Beban haya creada una asociación para protegerlos: " Nos encontramos con numerosas especies milongueras que con las nuevas costumbres no tienen cabida en la pista. Nuestra misión es protegerlas y brindarles un entorno agradable para que enriquezcan la fauna local. Eso contribuye a la biodiversidad y nos aleja de ese molesto milonguero tránsgenico que se esta poniendo de moda globalmente y además de girar solamente es muy desabrido. Ese es uno de los peligros mayores, junto con especies i...