Era viernes por la tarde y juntábamos pasos y vermut en la Previa a la Milonga del Oriental con Papaguachi, Piton Pipeta y El Profe Maradona en la mesa habitual del Bar "Roñoso". Al segundo el único ventilador del establecimiento se vino abajo impactando de lleno en el cuello del Uruguayo Pococho, ex dueño de un carrito de choripan en el asteroide Zappa y parrillero titular de la "milonga del Oriental". Estaba tan oxidado que al contacto con el cuero curtido a asados del uruguayo directamente se desintegró. No obstante, en el impacto un trozo de revoque del techo en el que el pintor Marsulio Mamerces había inmortalizado una imagen de Libertad Lamarque sosteniendo una botella de borgoña le dio de lleno en la cabeza, lo que provocó en Pococho una acentuada vacilación. Vimos como se le ruborizaba de sangre un costado de la cara. Se le doblaron las piernas, los ojos le bizquearon hacia oriente y manoteando con sus falanges gigantoides en busca de oxigeno ...