Si días pasados contábamos la debacle de algunas milongas y en exclusiva las nuevas estrategias de marketing que aplica Riquelme en la milonga del Oriental, con las peleas de los Titanes de la Milonga y la canchita de fútbol, todo se volvió mucho mas enrarecido cuando en la milonga del viernes pasado un hombre de edad madura, bien vestido y detrás de una ostentosa bufanda pidió que lo dejaran cantar. "Soy Osvaldo Malandra - dijo, con el gesto ganador del que se sabe conocido en todas partes - ya sabe que mi presencia multimedia es notable y le agradecería que me dejaran cantar". En la mesa en la que deglutíamos unos especiales de milanesa y vinito Carlón bien Frapé ninguno lo conocía. Ni Romulo Papaguachi que hace años tiene su programa de tango en la F.M. y sabe el movimiento de viejos y nuevos valores pudo darnos algún dato que lo identificara. En mesas aledañas la ignorancia era la misma. La pista estaba a la expectativa, un par de milongueros que volvía de gira a...