La década de los ochenta se va adentrando insidiosamente en una generación de Tangueros viejos que han visto algunas hojas verdes en el mutilado árbol de la música popular. Algunos cantores despegan del conocido programa del conductor Brasileño Silvinho Soldán y hacen carrera en telenovelas que se exportan a Iisrael o a Filipinas. Pero el tango nacional y popular se va anquilosando bajo la tremenda carga del tiempo y los trajes cruzados con botones y caspa. Los animadores de todo el movimiento, quienes decollaban en los escenarios de todo el país o brindaban sus florituras llenas de sapiencia en las milongas de todo el país han envejecido y no hay relevo ninguno que pueda suplantarlos. En la mayoría de las milongas se ven viejas glorias que aquejadas de temblores intentan resucitar el ambiente
de la edad de oro con horrisonas camisas hawaianas y peluquines de color calabaza. A ellas no les va mejor. Se esmeran en maquillajes sin esperanza y estiran sus cuellos con cinta adhesiva, en un incierto antecedente del Botox que no da resultados y pronto se descubre. Los teóricos del tango, quienes ven mas allá de las milongas de fin de semana, las clases, las practicas y el furor del milonguero que no para de bailar comprenden que el movimiento está condenado a la extinción. Es imperioso, es menester para eso acercar a esas juventudes que volcadas al rock masivamente abandonan el sentir místico del baile. Pero acaso, razonan, sea demasiado tarde para esa generación, por lo tanto debemos acercarnos a aquellos inocentes a los que aun no les han contaminado el cerebro con los ritmos extrangerizantes. Un tal Chacho Peñaloza, que poco tiene de caudillo pero conoce de marketing propone entonces crear una necesidad en las escuelas primarias. Así es como nace el demencial proyecto de figuritas "Milonguita".
Inspirados en los albunes que los pibes y las pibas de todo el país llenan con jugadores de futbol o mascotitas de moda. El tal Peñaloza propone una operación sin precedentes para repartir albunes en todas las escuelas del país, junto con algunos paquetes de figuritas gratis. Al estilo de las figuritas de entonces los paquetes contienen dos figuritas rectangulares para pegar, dos redonda y una chapita que es la mas buscada ya que son las que mas vuelan y permiten torneos especiales. Entre las figuritas dificiles la de los mejores y mas sonados bailarines y cantantes: Lusiardo, Gardel, Vargas, Copes, Petroleo y el cachafaz. las mas faciles Libertad Lamarque, Virginia Luque, Varela, Chiqui Pereyra, Nestor Fabian. La mega difícil y la figurita mas buscada: un muchacho que esta dando que hablar con sus elaborados pasos y que apunta hacia una nueva era de iluminacion en la danza: Cholito Maiakovski.
Comienza la operación distribución financiada por intereses oscuros con negocios en todo el planeta. Miles de albumes llegan una mañana a los colegios junto con paquetes de figuritas que llegan en carretillas colmadas. Los pibes inspeccionan las nuevas figus con desconfianza e incluso con temor. las fotos de aquellos señores con trajes extravagantes y peluquines coloreados y la figura de aquellas señoras con exagerados escotes y enseñando las piernas inspiran desconfianza en la parvulada aun inocente. Aceptan las albumes y las figuritas pero no hay ningún movimiento significativo en los kioskos ni se registran ventas de importancia en ninguna ciudad. Tampoco parece haber revuelo en los patios ni en las clases, que siguen con su rutina de figuritas de jugadores.
Se constata eso si que los padres de algunos pibes van comprando algún que otro paquete y lo van rellenando en sus hogares.
Para colmo de males el personaje que es considerado la figurita difícil Cholito Maiacovski es detenido en Paraguay por trafico de estupefacientes y contrabando de monos y condenado a veinte años de reclusion. Acabara sus días en chirona, enseñando pasos a convictos que luego escribirán otra pagina en la historia del tango como los Ravine Boys. Muchas de las fortunas avaladoras del proyecto se hundirán y otras encauzaran sus intereses hacia nuevas tecnologías como el pasacaset o el magazine. Los albumes y las figuritas quedaran olvidados de todos hasta que un amante del comic, creador de películas llamado Changui Casuerina los rescate del olvido.
Pero para entonces el target al que se quería llegar habrá crecido y asimilado otros iconos culturales, lejos del tango la milonga y los horribles hombres de camisas hawaianas y peluquines naranja, que sobreviven contando historias de esplendor perdidos en las milongas sumergidas del planeta...
de la edad de oro con horrisonas camisas hawaianas y peluquines de color calabaza. A ellas no les va mejor. Se esmeran en maquillajes sin esperanza y estiran sus cuellos con cinta adhesiva, en un incierto antecedente del Botox que no da resultados y pronto se descubre. Los teóricos del tango, quienes ven mas allá de las milongas de fin de semana, las clases, las practicas y el furor del milonguero que no para de bailar comprenden que el movimiento está condenado a la extinción. Es imperioso, es menester para eso acercar a esas juventudes que volcadas al rock masivamente abandonan el sentir místico del baile. Pero acaso, razonan, sea demasiado tarde para esa generación, por lo tanto debemos acercarnos a aquellos inocentes a los que aun no les han contaminado el cerebro con los ritmos extrangerizantes. Un tal Chacho Peñaloza, que poco tiene de caudillo pero conoce de marketing propone entonces crear una necesidad en las escuelas primarias. Así es como nace el demencial proyecto de figuritas "Milonguita".
Inspirados en los albunes que los pibes y las pibas de todo el país llenan con jugadores de futbol o mascotitas de moda. El tal Peñaloza propone una operación sin precedentes para repartir albunes en todas las escuelas del país, junto con algunos paquetes de figuritas gratis. Al estilo de las figuritas de entonces los paquetes contienen dos figuritas rectangulares para pegar, dos redonda y una chapita que es la mas buscada ya que son las que mas vuelan y permiten torneos especiales. Entre las figuritas dificiles la de los mejores y mas sonados bailarines y cantantes: Lusiardo, Gardel, Vargas, Copes, Petroleo y el cachafaz. las mas faciles Libertad Lamarque, Virginia Luque, Varela, Chiqui Pereyra, Nestor Fabian. La mega difícil y la figurita mas buscada: un muchacho que esta dando que hablar con sus elaborados pasos y que apunta hacia una nueva era de iluminacion en la danza: Cholito Maiakovski.
Comienza la operación distribución financiada por intereses oscuros con negocios en todo el planeta. Miles de albumes llegan una mañana a los colegios junto con paquetes de figuritas que llegan en carretillas colmadas. Los pibes inspeccionan las nuevas figus con desconfianza e incluso con temor. las fotos de aquellos señores con trajes extravagantes y peluquines coloreados y la figura de aquellas señoras con exagerados escotes y enseñando las piernas inspiran desconfianza en la parvulada aun inocente. Aceptan las albumes y las figuritas pero no hay ningún movimiento significativo en los kioskos ni se registran ventas de importancia en ninguna ciudad. Tampoco parece haber revuelo en los patios ni en las clases, que siguen con su rutina de figuritas de jugadores.
Se constata eso si que los padres de algunos pibes van comprando algún que otro paquete y lo van rellenando en sus hogares.
Para colmo de males el personaje que es considerado la figurita difícil Cholito Maiacovski es detenido en Paraguay por trafico de estupefacientes y contrabando de monos y condenado a veinte años de reclusion. Acabara sus días en chirona, enseñando pasos a convictos que luego escribirán otra pagina en la historia del tango como los Ravine Boys. Muchas de las fortunas avaladoras del proyecto se hundirán y otras encauzaran sus intereses hacia nuevas tecnologías como el pasacaset o el magazine. Los albumes y las figuritas quedaran olvidados de todos hasta que un amante del comic, creador de películas llamado Changui Casuerina los rescate del olvido.
Pero para entonces el target al que se quería llegar habrá crecido y asimilado otros iconos culturales, lejos del tango la milonga y los horribles hombres de camisas hawaianas y peluquines naranja, que sobreviven contando historias de esplendor perdidos en las milongas sumergidas del planeta...
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