
Al otro día tocaba, como no podía ser de otra manera, visita a un típico asador Castellano para degustar el afamado lechazo churro, que ya nos tenia babeando al Pibe y a mi, de solo pensar en el jugo y en lo crujiente y tierno de la carne. Y adentrarnos en ese asador, que además era un museo fue una experiencia, que les voy a contar. Quedamos extasiados con la comida y perturbados por el cuadro de un Jesus paticorto que presidia nuestra mesa.
Salimos casi tambaleándonos de llenos y aun así disfrutamos de un vermut al sol en un chiringuito a la vera del Pisuerga, la playa de Valladolid. Vida de Turisto.
La milonga de estreno del Festival se hizo, como todas, en el Palacio de Cristal del museo de la ciencia, en una sala de grandes cristaleras que permitían ver la noche con su luna majestuosa y el río atravesado por un puente iluminado. Un lujo. El salón con suelo de madera estaba lleno de entusiastas que esperaban la llegada de los maestros Noelia Barsi y Javier Rodriguez con devoción y entrega y palpitando las clases de Viernes y Sábado. Nos allegamos a una mesa con nuestra amiga Katia y nos pedimos un buen vinito Ribera del Duero para amenizar la noche .Al menos por mi parte pues como es costumbre en el Pibe Pergamino no paró de bailar. Omito aquí mis ansiedades no correspondidas, los visados furtivos a la puerta para ver si la muchacha de los vestidos floreados comparecia con su aroma embriagante. Uno a veces se deja guiar por impulsos y los impulsos le pegan una patada en medio del corazón. No llegó. Como tampoco llegaron los maestros, aquejados acaso por mal de altura. El caso es que según nos contaba Arturo, el excelso musicalizador de la noche y organizador del festival tuvieron algunos problemas con los vuelos y llegaron, el día anterior. Una pena. habida cuenta que al otro día teníamos que volver a la ciudad Comtal para cubrir el concierto de la CARDIOTANGO. Así que nos quedamos sin ver alguna tanda bien bailada. Creímos ver algún milonguero avezado en una pareja de chinos, pero resulto que venían directamente de Hong kong a tomar clases, aunque al parecer no les enseñaron alguna norma no escrita de la milonga, como bien experimentaron algunas milongueras que fueron a sacar al hombre, que les dijo que no.
Encomendando a nuestra amiga Katia el visionado de la exhibicion nos volvimos a Barcelona. Por ella sabemos, que las coreografias, como no podía ser de otra manera, fueron muy aplaudidas y comentadas por el salón, que estaba lleno de milongueros venidos de todos los rincones del globo. Se también que los maestros llegaron pasada la medianoche. Desde este humilde blog me gustaría dejar solo una opinión. Habida cuenta de lo que le cuesta a la gente ir a los festivales y el interés que suponen algunos bailarines. Teniendo en cuenta además la cantidad de festivales y la calidad de los maestros y los participantes, seria bueno que entendiéramos a un festival como lo que es, un encuentro, una fiesta y una oportunidad de aprender. El festival es todo. Desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta uno vive y respira tango. Aprende conductas y códigos milongueros. Uno va a pasarlo bien, a medirse con maestros, den clases o no. A ver otras formas de bailar y entender el tango y a conocer personas que como a uno se le hacen largas las esperas entre una y otra milonga.Y lo que llevas en tu corazón y recuerdas es no solo la factura de las coreografías, sino la calidad, la cercanía y el hecho de que puedas compartir pista y momentos con los grandes. Esa es la esencia de los festivales, lo que hace que una noche de milonga se transforme en un acontecimiento mágico. Comprendo que los maestros vengan a trabajar y que a veces no tienen muchas ganas de milonguear, pero seria bueno que entendieran que las milongas son tan importantes como las clases, y eso es un trabajo igual de serio, el hecho de trasmitir y habilitar alumnos a la ronda, que es donde de verdad se aprende, para regocijo de quienes han venido a tomar clases y a verlos, para bienestar de los que no pueden pensar en otra cosa que no sea milonga, para el disfrute de todos y para que hasta el mas humilde de los milongueros que acude a un festival, pueda decir, todo orgulloso: me codee con los maestros, estaba con ellos en la pista compartiendo tanda.
Como debería ser.
Comentarios
PD - Expléndida crónica de unos dias muy especiales, por lo que se ve... a pesar de la no aparecida muchacha del vestido floreado... :)