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Ese señor, Tito Lusiardo

Muchas veces me han preguntado porqué este blog lleva el nombre de Lusiardo. A veces, lo buscan sin acertar como Luisardotango.club. Hoy me he percatado de que nunca he hablado aquí sobre quien da nombre al blog. Y como fue ayer su cumpleaños, vamos a escribir para los tangueros, los milongueros y los fisgones en general acerca de César, «Tito» Lusiardo.

Antes que nada, Tito Lusiardo fue un hombre de tango. Y un gran, histriónico actor. Personalidad de la radio, el teatro y las películas, Carlos Gardel lo mandó llamar para participar en sus dos últimos films, El día que me quieras y Tango Bar. Los personajes interpretados por el numen de este modesto blog milonguero, son similares. Rocamora o Puccini encarnan el prototipo del simpático piola porteño, el amigo fiel del héroe gardeliano, aquel que siempre sabe cual es la trama oculta en el acontecimiento. Quien lee entre líneas y observa con cierto desmañado desapego la situación, con el ojo avizor de quien espera problemas y los solventa con picaresca y buen humor. 

Si Gardel es el prototipo del tanguero, el galán sensible y un poco melancólico que parece sacado de un policial negro, Tito Lusiardo es su contrapartida cómica. Nunca escudero, siempre compañero inseparable de aventuras y desventuras. Si Gardel es el tango, Lusiardo es la milonga. Si Gardel es postura, Lusiardo es energía. No por nada aparece en muchísimas  películas de temática milonguera: La historia del tango, La vida es un tango(épico contrapunto actoral con el gran Florencio Parravicinio La calle Corrientes, por citar solo tres de Manuel Romero, mi director milonguero favorito. Y sin contar algunas bajo la dirección del gran Leopoldo Torres Ríos o las casi documentales dedicadas a la vida y obra de Gardel o a la historia del tango.

Tito actuó, el mismo papel en las dos versiones de El día que me quieras. La del 35, como compañero de Gardel y la del 69, de Caen Salaberry, como amigo de Hugo del Carril. Récord registrado y doble, porque hizo también el mismo papel(Lucero) en las dos versiones de  La muchachada de a bordo.

Pero, queridos lectores. Además de ser un hombre del tango, tal como Manuel Romero, en cuyas películas se paladea el sabor de aquellos bailongos de principios de siglo pasado y los orígenes un poco rufianes del tango bailado, Tito Lusiardo fue un excelente bailarín de tango. Puede parecer que su estilo es simple, incluso un poco farsesco, en comparación con el estilo sobrio de baile del Morocho, que solo mueve los hombros en singular balanceo, tal como aparece en las películas, donde su papel no eclipsa nunca(Y no podría) a Gardel. Pero el hombre fue pareja de baile de Olinda Bozán, Tita Merello, Virginia Luque y algunas grandes estrellas del tango canción. Y frecuentó las milongas alegrándolas con su baile brillo y personalidad.. 

Hay un fragmento de una milonga bailada con Beba Bidart, en la que le hacen acompañamiento musical Troilo y Grela: La trampera. En ese escaso minuto y medio, Tito y Beba bailan sin las manos, marcando con la intención del cuerpo y apoyándose en las cabezas. 

Si todavía no lo han visto, búsquenlo por la red, recréense en ese estilo divertido, informal, que repite en El día que me quieras del 69. Un estilo completamente alejado de la perfección técnica que vemos hoy en las pistas. Singular, sin duda. Como él mismo.

Lusiardo tango club es, ante todo, un blog milonguero, hecho de todas esas noches que he visto, he bailado y he vivido. Como escribo en mis Cuentos de milonga y madrugadas (disponible en dos formatos por Amazon o en algunas milongas de Barcelona, donde tengo la dicha de residir en la actualidad), el gran Tito está siempre presente, con su bata de estar por casa, sentado en un sillón a pie de pista. Apreciando y comentando las alternativas, muchas veces insólitas, de esas noches milongueras que tanto nos gusta disfrutar.
  

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