Confieso que no se por donde comenzar a desbrozar este galimatías, este libro con pretensiones de tango y comedia costumbrista.
Convendria empezar diciendo que su autora, Marujita Acuña, es un poco menos que una desequilibrada que vive de lo que está de moda y por prescripción de su terapeuta lo transforma en libros de morondanga. Así vieron la luz "caniches al sauna" "una excursión al país de los dientes separados" y "Mi novio es indigente". Ahora quien cae bajo la pluma de esta irresponsable es el tango y el mundo de la milonga. Bajo la forma de una comedia costumbrista inspirada en aquellas casas de pensión de las películas de los años sesenta, con dueña y cocinera maternal, tres o cuatro huéspedes descarriados y el infaltable romance entre la "Nena" casadera y el infalible inquilino nuevo y misterioso. En este despropósito lo que abundan son los desvaríos. El primero de los huéspedes es un poeta muerto de hambre que solo recita cartas de restaurantes con ojos soñadores, siendo su poema mas logrado "buseca, 3 con cuarenta". En otra habitación el señor y la señora Chisterpiler, una pareja inglesa entrada en años, que trabaja pintando estatuitas baratas para unos chinos explotadores que compraron sus deudas de juego. El tercer huésped es un cardenal exorcista poseído por el alma de Pepitito Marrone. Y el inquilino nuevo es un milonguero llamado Procolo Gandul, que siempre llega a las seis de la mañana de la milonga, pintón, pero estragado por los excesos y que se enamora de la Nena, una belleza un poco creída que escribe citas imaginarias en los cartones del bingo familiar y se alimenta exclusivamente de Queso y dulce. Con estas premisas que un Bioy hubiera transformado en obra maestra y Reverte en una aventura manierista y pomposa, Marujita construye una mierda que no se sostiene por ningún lado y hace agua. Los personajes parecen salidos del carnaval visto por un borracho ya tirado en la calle. Cito " Mire al papa - dijo el cardenal - y le dije:vos me tenés bronca porque yo ando "ay mammita querida" expulsando demonios "Cheeee" y vos solamente sos el papa y te olvidaste de la vida" o "el pobre Procolo intento en vano cerrar la puerta del baño pero era tarde. Con los ojos en lágrimas por el esfuerzo y las miasmas de la cena subiendo por el inodoro, alcanzó a ver a Martita, que salia corriendo con los ojos en lágrimas" o "Batata con puré de pato 10,24 me sacara de la miseria, doña Romulia, se lo juro yo, que de jurar en vano se bastante".O "No tengo corazon para decirles que se vayan a esos desgraciados. Son vividores, pero simpáticos le dijo Martita a su madre y ella mirandola con ojos de comprension le contestó - lo que pasa es que estas enamorada de ese milonguero pero con la milonga, los poemas y las estatuitas no podemos pagar lo que debemos al banco". Martita miró a su pobre madre envejecida por el abuso de policera y le dijo "no se preocupe madre, ya sacaremos algun dinero con mis bordados del pato Donald".
Al final y como no podía ser de otra manera en este descarriado proyecto financiado por amigos pudientes, marido complaciente y terapeuta aquiescente - todos ellos con el gusto permeado por las telenovelas y la droga de diseño - el milonguero y la nena se casan y bailan el vals en la milonga con aplauso de los milongueros y alegría del poeta, que le vende su poema "choripan, sonoro y elegante a dos con veinticuatro machacantes" a un noble ruso que colecciona cuadros y poetas en el desvan de su lujosa casa.Y asi salva la pension y la convivencia de esa manga de palurdos salidos de la retorcida mente de Marujita.
Y lo peor del caso es que posiblemente esta bazofia se venda mejor que un Bolaño y casi como un Safon. Safon, Safon, Safon. Lo repito muchas veces para ver si al final me me gusta algo.
Así de mal están las cosas en el planeta divinizado de la literatura instantánea.
Convendria empezar diciendo que su autora, Marujita Acuña, es un poco menos que una desequilibrada que vive de lo que está de moda y por prescripción de su terapeuta lo transforma en libros de morondanga. Así vieron la luz "caniches al sauna" "una excursión al país de los dientes separados" y "Mi novio es indigente". Ahora quien cae bajo la pluma de esta irresponsable es el tango y el mundo de la milonga. Bajo la forma de una comedia costumbrista inspirada en aquellas casas de pensión de las películas de los años sesenta, con dueña y cocinera maternal, tres o cuatro huéspedes descarriados y el infaltable romance entre la "Nena" casadera y el infalible inquilino nuevo y misterioso. En este despropósito lo que abundan son los desvaríos. El primero de los huéspedes es un poeta muerto de hambre que solo recita cartas de restaurantes con ojos soñadores, siendo su poema mas logrado "buseca, 3 con cuarenta". En otra habitación el señor y la señora Chisterpiler, una pareja inglesa entrada en años, que trabaja pintando estatuitas baratas para unos chinos explotadores que compraron sus deudas de juego. El tercer huésped es un cardenal exorcista poseído por el alma de Pepitito Marrone. Y el inquilino nuevo es un milonguero llamado Procolo Gandul, que siempre llega a las seis de la mañana de la milonga, pintón, pero estragado por los excesos y que se enamora de la Nena, una belleza un poco creída que escribe citas imaginarias en los cartones del bingo familiar y se alimenta exclusivamente de Queso y dulce. Con estas premisas que un Bioy hubiera transformado en obra maestra y Reverte en una aventura manierista y pomposa, Marujita construye una mierda que no se sostiene por ningún lado y hace agua. Los personajes parecen salidos del carnaval visto por un borracho ya tirado en la calle. Cito " Mire al papa - dijo el cardenal - y le dije:vos me tenés bronca porque yo ando "ay mammita querida" expulsando demonios "Cheeee" y vos solamente sos el papa y te olvidaste de la vida" o "el pobre Procolo intento en vano cerrar la puerta del baño pero era tarde. Con los ojos en lágrimas por el esfuerzo y las miasmas de la cena subiendo por el inodoro, alcanzó a ver a Martita, que salia corriendo con los ojos en lágrimas" o "Batata con puré de pato 10,24 me sacara de la miseria, doña Romulia, se lo juro yo, que de jurar en vano se bastante".O "No tengo corazon para decirles que se vayan a esos desgraciados. Son vividores, pero simpáticos le dijo Martita a su madre y ella mirandola con ojos de comprension le contestó - lo que pasa es que estas enamorada de ese milonguero pero con la milonga, los poemas y las estatuitas no podemos pagar lo que debemos al banco". Martita miró a su pobre madre envejecida por el abuso de policera y le dijo "no se preocupe madre, ya sacaremos algun dinero con mis bordados del pato Donald".
Al final y como no podía ser de otra manera en este descarriado proyecto financiado por amigos pudientes, marido complaciente y terapeuta aquiescente - todos ellos con el gusto permeado por las telenovelas y la droga de diseño - el milonguero y la nena se casan y bailan el vals en la milonga con aplauso de los milongueros y alegría del poeta, que le vende su poema "choripan, sonoro y elegante a dos con veinticuatro machacantes" a un noble ruso que colecciona cuadros y poetas en el desvan de su lujosa casa.Y asi salva la pension y la convivencia de esa manga de palurdos salidos de la retorcida mente de Marujita.
Y lo peor del caso es que posiblemente esta bazofia se venda mejor que un Bolaño y casi como un Safon. Safon, Safon, Safon. Lo repito muchas veces para ver si al final me me gusta algo.
Así de mal están las cosas en el planeta divinizado de la literatura instantánea.
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