Ir al contenido principal

LA PELICULA DE TANGO QUE QUISO HACER ED WOOD por Yamate A. Zilencio.


Cuentan por ahí y es sabido que quien es considerado el peor director de la Historia Edward Davis Wood Junior Topó en una ocasión con Borges (Jorge Luis no, Graciela) en un bailongo de copete que organizaba uno de esos ricachones podridos de dinero que dan agapes solo para darse el lujo de defenestrar, basurear y negarle fondos a los miles de desgraciados que todos los años acuden a este tipo de sucesos con la nula esperanza de cambiar el rumbo de sus vidas o al menos atiborrarse de canapés gratis.
Ed Wodd filmaba sin permiso (la camara bajo un capote que le dejo en herencia Bela Lugosi) escenas de la fiesta, que luego habría de intercalar con otras arrebatadas a los tachos de basura de los estudios, en una improbable proeza de edición que habría de llamarse "En la guarida del Dios Molecula"un ambicioso guión en el que un demiurgo diminuto se dedicaba a trastocar el orden del universo modificando las moléculas de agua de las personas que acudían a fiestas y banquetes para transformarlos en zombis insaciables(algo que por otra parte pasa en cualquier fiesta que se precie de tal, cuando las reservas alcohólicas dispuestas han bajado lo suficiente). La película no llegó a estrenarse ni a realizarse tampoco. Y todo porque en un determinado momento vino a topar con Borges(Jorge Luis) bajo la forma de un ejemplar de la "historia universal de la infamia"lo único que encontró Borges (Graciela) a falta de cartera y para no parecer una más de las que van a las fiestas con las manos vacías.
La historia no recoge el final de la fiesta, ni lo que hicieron los Borges(Jorge Luis casi seguro estaría escuchando los resultados del Chacarita- Banfield). Lo cierto es que Ed Wood se apoderó del ejemplar y esa misma noche se durmió con las Palabras de Francisco Real animando sus sueños(para los ignorantes que retrucan que no pudo leer porque no entendía español me bastara citarles la célebre excusa de la suspensión de la incredulidad de Coleridge y "Calentitos los panchos).
Las noches de Ed Wood se poblaron de compadritos y de orilleros. Previsiblemente se hizo cultor del genero y adicto a los poemas de Carriego. Quiso que le rompieran los tirantes a faconazos y es sabido que intentó llegar a Buenos Aires para ver de propio las milongas y el ambiente. Llego a vestirse como el tigre Arolas sin entender demasiado lo de los zapatos con taquitos(uso en una ocasión traje cruzado a rayas con los mismos zapatos de tacón femeninos que uso en "Glen o Glenda").
El bueno de Ed intentó autoeditarse para hacer el viaje más llevadero, saliendo de noche y llegando de día en dos cortes de montaje, pero esa misma falta de recursos que lo ha hecho celebre no pudo aplicarla en un viaje real: siempre llegaba tarde a las milongas o demasiado temprano. Desistió, falto de fondos(aunque no de ideas).
Ed Wood llegó a rodar cuatro secuencias de "Hombre de la esquina Rosada" o lo que dio el llamar "Homínido de la galaxia radada" una extrapolación en el que el espíritu del texto de Borges se mantiene como se mantendría un beodo en un estanque de medio metro de agua. Trascribo las palabras de Francisco Real, el cuchillero alto y aindiado del cuento de Borges:
"Yo soy Francisco Real, un hombre del Norte, yo soy Francisco Real, que le dicen el Corralero. Yo les he consentido a estos infelices que me alzaran la mano porque lo que estoy buscando es un hombre. Andan por ahí unos bolaceros diciendo que en estos andurriales hay uno que tiene mentas de cuchillero y de guapo y que le dicen el Pegador. Quiero encontrarlo pa que me enseñe a mi que soy naides, lo que es un hombre de coraje y de vista. "
Ahora transcribo lo que dice Xenu, el héroe de Ed Wood, que utilizaron después como ejemplo los cienciologos(Xenu es un emperador extraterrestre(segun los cienciologos). Segun Ed Wood es un tipo con orejas puntiagudas y una chaquetita brillosa como la del pibe 10).
"Yo soy Xenu, un alienigena de Orion, Yo soy Xenu, al que le llaman el Calzono. Yo les he consentido a estos mascaguascas que me alzaran la mano porque lo que estoy buscando es un ser medianamente heroico. Andan por ahí unos androides diciendo que en estos siderales hay uno que tiene caramelitos(Fallo de traducccion) de cuchillero y de lindo tipo y que le dicen el Encolador. Quiero encontrarlo para que me enseñe a mi lo que es un hombre que sabe como hacer las cosas bien"
Propongo que se lean para confrontar ambos pasajes en voz alta. la diferencia, aparte de ostensible es patética en el segundo caso. La suspensión de la incredulidad no le funciono mucho a Ed Wood. Si aunamos la pésima traducción que hizo junto a sus afanes intergalacticos podremos comenzar a comprender que quiso hacer).
Ed Wood Murió olvidado. El heroe de su adaptacion de "hombre de la Esquina Rosada" puebla hoy los imaginarios de la Iglesia de la Cienciologia. Es una lástima que no haya llegado nunca a ver una milonga. No se hubiera diferenciado de muchos de los personajes que a veces la frecuentan...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Veo que tienes dos blogs inscritos en la categoría Humos de los Premios 20blogs. Hace unos momentos estuve visitando el otro.
Te invito nuevamente a que conozcas mi blog que participa en la categoría Actualidad.
http://lablogoteca.20minutos.es/laecita-blog-mi-derecho-a-la-libre-expresion-18859/

Entradas populares de este blog

ANOCHE VINO ZOTTO

  Siempre hemos tenido una relación un tanto extraña con el «Nene»   Desencanto.  Desde aquella vez en que el Pibe   Pergamino  me lo presentó en uno de esos eventos con milonga suburbana y compartimos el autobús de vuelta y algunas media lunas pegoteadas en la madrugada tardía. En este verano caluroso lo estoy viendo como un calco de ese ayer, mientras se esmera por sacar a las pibas principiantes en la  Milonga de la Fuente .  La chaqueta arrugada, la camisa negra    blanqueada de sudor, los bajos del pantalón    manchados con puntazos y voleas mal encajadas, el pelo en desorden,  Las puntas de los pies ardidas    de pisar un canyengue mal hecho, los ojos semi cerrados, aunque con el fiero brillo — en la mirada y en la ropa— del milonguero superviviente de otras épocas. Con todo lo bueno y lo malo que esa pertinencia conlleva. Desencanto  proviene de otro mundo, en el que está bien visto que una dama o, en su c...

LA DIFERENCIA ENTRE LA GENTE MILONGUERA Y LA TANGUERIDAD «ARTISTICA»

La siguiente conversación fue oída en una  milonga. Se han retocado algunos de los párrafos. Juzguen los amable lectores cuales son invención de este escriba y cuales reales. —Solo hay dos opciones: Te haces viejo o una leyenda milonguera. —¿Cómo así? Yo quiero seguir bailando como hasta ahora. —No. No. Te digo. Vos ya no estás para estos trotes y no hay vuelta atrás. Te hacés viejo o una leyenda. Nada de andar bailando todas las tandas.  Seleccioná, que ya no sos una joven promesa del mundo del baile. Ya tenés una edad...se te nota en los trajes, en los andares, en el abultamiento abdominal, en los excesos. —¿Abultamiento abdominal? ¿excesos? Si ahora picoteo dos empanadas por milonga, regadas por una copita y medio de vino como mucho. —Hablo de excesos en todo sentido. Uno no puede, con la edad que tiene, bailar todas las tandas de todas las milongas de la semana, como cuando eras un purrete milonguero que se dejaba las plantas en la pista y tenia que remojar los pies en agu...

Incidente en el cielo milonguero - Una parábola con implicaciones parabólicas(Por Cátulo Bernal)

 —Eso que los creyentes, llaman el cielo, no es una locación imperturbable —dije mirando a los demás lusiardianos, huérfanos del «Oriental» la milonga al aire libre que ahora solo existía en nuestro recuerdo. Era una noche triste de sábado en que no había una sola milonga en la ciudad condal. Estábamos en la semi penumbra del bar «Roñoso» compartiendo licores de garrafa a la mortecina luz de un par de quinques de kerosén, rescatados del almacén del decrépito establecimiento, luego de que un vendaval de agua cortara toda posibilidad de luz eléctrica en cinco manzanas a la redonda.  En la cocina tres espitas con espetones que mantenían caliente un caldero lleno de aceite para las habituales frituras y otras excrecencias alimenticias, completaban la siniestra iluminación de la taberna, con su característico mural en que se recreaban los bailongos de las cuatro edades del tango: la de oro, la de plata, la de bronce y la nuestra, que nuestro filósofo de cabecera había bautizado com...