Muchas veces se ha hablado aquí del bar en el que pasamos la mayoría de las horas en las que no estamos en la milonga o durmiendo; El "Roñoso" que se describe en una guia gastronomica Internacional como un "Establecimiento de Interés cultural, con rustico pintoresquismo, en el que se dan cita los amantes del tango y diletantes de la noche y donde por precios ajustados pueden degustarse selectos especiales de milanesa". La guia sigue por allí sin actualizar y cada tanto alguna turista con ganas de milonga o alguno de esos sibaritas de arrabal que consideran un lujo el vino en vaso se llega al Bar para descubrir un antro humoso y fritolento en donde una caterva de seres vampirizados por el letargo pasan las horas escuchando en un viejo aparato las voces distorsionadas de Corsini o Angel Vargas mientras hacen planes disparatados para salir de la mediocridad y el anonimato e incluso obtener algún dinero. Las paredes que alguna vez fueron blancas están cuajadas por ret...