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Mostrando entradas de julio 5, 2015

CALOR Y ASCO EN LA MILONGA - Por Hunter S. Chancho

La milonga del oriental se abrasaba de sudor en la noche sin brisa. Un muchacho nuevo que pasaba los discos no había sido capaz de hacer bailar a la pibada milonguera, que divertía su tedio jugando a la baraja y triturando hielo en las axilas. Con el bochorno nocturno el dijey creyó que era conveniente Disarlear Pugliesiando sin tener en cuenta que la lentitud acrecentaba el caldo humano en que nos habíamos convertido. Sin saber que a veces hay que ser más caluroso que el calor para sentirse vivo. Sin entender que es necesario fluir para mantenerse termodinamicamente estables.  Las tandas parecían de Chopin, los milongueros yogures aplastados al costado de la calle, diseminando los miembros en desorden. Ni una sola milonga, ni un tango Canariano , Ni un Firpo con el que mutilarse lentamente las canillas a golpe de tacón. Aburrida, las flores del bailongo engalanadas leves y firmes en su gracia  se dejaban regalar por los piropos un tanto guarangos de sujetos sin ningún crédi