Confieso que había perdido las expectativas y la perspectiva con Editorial El Croto. Hasta una dilatada trayectoria de infamias puede de vez en cuando dar alguna perla, como sucedió con Peter Pantango y Las milongas del más allá (Ver comentario en este mismo blog). Pero eso no significa que Dalmacio Ganci, el editor irresponsable haya madurado, haya aprendido o simplemente haya adquirido con el tiempo un criterio critico atinado. En una editorial de amigos y parientes tapadera de gente bien con ínfulas culturales cada tanto hay una recomendación equivocada. Y de esta recomendación sale después un libro bueno. No es este el caso de La Balada del tango chicle, obra que parece una redacción de tercer año de secundaria. Quien firma en esta ocasión es un/a tal Carrie Macarry. Y no puedo pensar en los motivos que tiene alguien para usar un seudónimo así. Chiste interno de un sábado con fiesta y alcohol, como suele suceder con los libros de El Croto . Normal, ¿Y que es exactamente La bal