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El indiscreto desencanto del payaso de milongas

Quien mas o menos los ha visto. Al borde de cualquier milonga proliferan cual matojos descuidados amenazando el transito de gentes menos vistosas y acaso mas efectistas. Suelen ataviarse de edades impostadas, queriendo reciclarse desde otras disciplinas como el pasodoble, la salsa, el kung fu o el matrimonio. Hartos de hacerse ver sin éxito en redes sociales o eventos sociales a los que acceden de colados luego de verlos programados en los periódicos que hurtan en bibliotecas o cafetines prueban suerte en el mundo del tango que para algunos es una segunda oportunidad y para menos la cuarta o quinta. Suelen llegar como llegan los desperdicios a las playas desiertas: en oleadas y contaminando. Ropas y conversaciones chillonas son sus señas de identidad. Han aprendido previamente todo lo malo de sus maestros y olvidado lo bueno. Son inexorables en sus secuencias de pasos. No caminan ni bailan: cumplen un esquema geométrico preconcebido sin escuchar la música ni ver a sus compañeros de pis...

EL FIASCO DEL APOCALIPSIS - Por Cátulo Bernal

EL viernes me levanté temprano, más o menos como a las once. No era cuestión estar durmiendo si se producía el tan ansiado fin de los tiempos. Desayuné con tres medialunas, naranja y café cargado con la ansiedad del que se sabe en el corredor de la muerte, a punto de apurar sus ultima pitanza.  Llamé a Rómulo, a Pitón, Pococho y Al indio, para que se estuvieran avisados y luego de escribir una oda al ultimo minuto del milonguero Palleja —en el que prolijamente describía sus elongaciones en la ronda hasta que lo trago una grieta en el subsuelo—, busqué al ultimo lustrín superviviente de la crisis, me fui a la barbería para afeitarme y a que me arreglaran el pelo y luego de una modesta merienda con sanguchitos de miga  —mi manjar criollo favorito—  me fui a la Milonga del oriental a esperar la debacle en primera fila. Confieso que así ataviado, solo en la mesa, sola mi botella, mientras sonaban los primeros tangos y los principiantes tenían tomada la pista con sus pasos p...

MODESTO DEPROFUNDIS - Un milonguero del renacimiento

Bailarín, cantante, actor, poeta, músico, pintor, seductor, aventurero,  humorista. Todas estas disciplinas se aunaban en la figura del milonguero que nos toca semblar, un tal Modesto Deprofundis, de mentas en neta inconsonancia con su forma de ser. Un personaje cuyas mil facetas presentaban a la luz de la critica inspirada defectos y hasta groseras fisuras.  Modesto se vendía como un diamante en neto pero apenas llegaba a trozo de carbón.

EL FRAUDE DE LOS MILONGUEROS EXITOSOS

En la vida moderna las leyes de la oferta y la demanda no siempre justifican emprendimientos privados ni publicos en aras del bienestar general. Más bien esos emprendimientos suelen obedecer a inquietudes personales de indole artistica o descaradamente pecuniaria de gentes que se sienten llamados al misterioso mundo de los "dueños de Milonga". A ese tipo de gentes, que suelen ver oportunidades en donde la mayoría solo ha visto ruina y desolación y que suelen escudarse en la frase: "aca de eso no hay" suele asaltarles la revelacion en lugares coloristas y pintorescos a los que han acudido de invitados. Hay quien dice que sugestionados por un ente llamado "El fantasma de los negocios" - de quien hemos hablado en otra entrada les acontece la epifania, el furor mesianico. Y entonces,  en medio del brindis del cumpleaños de su tio Gumersindo sueltan algo asi como: "Che, que lindo lugar para poner una milonga".

LA BANDA DEL SILVER SHEET* - Por el turco Desvarietti

(* juego de palabras intraducible entre chapa y mierda) Los años noventa corren y los milongueros de a pie, al trotecito, apenas llegan a alcanzarlos. Rebeldes, pese a todo, sobreviven malamente haciendo suya la consigna de Asterix: resistir ahora y siempre al invasor. Pero la lucha es encarnizada. Desde afuera la influencia de la estética Dark tipo The Cure - con la que algunos milongueros simpatizan - ha dado paso a una turbamulta de desprolijos sin ilusión y sin fe

INCONTINENCIA MILONGAL por Gongoro Rasquete

No es el nombre de una enfermedad que aqueja a los jóvenes milongueros que adentrandose en el tercer año de baile se entusiasman al punto de querer bailar todas las noches en todas las milongas - incluyendo la tarde de los lunes, dedicada tradicionalmente a practicas o visitas - degastando zapatos y durezas por igual. Los veteranos del "·Oriental" que estaban allí cuando todo empezó y experimentaron la mutación de los sucesivos hules cubre mesas,  la deriva de D`arienzo a Pugliese a De Canaro a Firpo y de Dágostino a Greco - Pero no Piazzola, nunca Piazzola porque la pibada se entusiasma y le da por corcovear en la ronda y a los viejos no le gusta (juna gran que algún Ditey se anime alguna vez con Piazzola y se deje de verduleras fastidiosas, pido desde este humilde espacio encarecidamente) y se van sin bailar-  aquellos ilustres contendientes del reúma que

CURSO DE MILONGA EN OCHO CLASES POR RAMON PAREDES

A Pedido de algunos alumnos de Ramón Paredes en Twiter que quedaron decepcionados por la interrupción del curso como cuando dejaron de salir los fasciculos de "Famositos Tangueriles"  reproducimos sus clases, corregidas y enviadas a través de un teléfono móvil - Aunque no nos responsabilizamos por daños y perjuicios, y menos por prejuicios: CURSO DE MILONGA EN OCHO CLASES POR RAMOS PAREDES. 1 - Bienvenido: primero estiraremos las patas alternativamente