No hace mucho apareció por la MILONGA DEL ORIENTAL un hombre santo, a quien los de la "Iglesia Milonguera de los Primeros Pasos" tomaron por su mesías en la desesperada búsqueda de una confirmación a sus delirantes creencias, todas ellas alentadas por su polémico profeta el "Pebete Burundi", que afirma que el tango - completo y acabado - fue siempre Africano. El "mesías" bajó con sus discípulos, desdeño el fanatismo de los debutos de la iglesia y se fue a bailar al piso y con elegancia desarmando con su estilo milagroso todos los dogmas de fe de esta secta, que suele venir a las milongas con sus característicos colores rojo y amarillo. El Pebete Burundi se tiro a la sanja que limita la milonga, esperando entre las miasmas un bautismo que nunca llegó. Y los delirantes miembros de la secta se dispersaron entonando su padrenuestro milonguero, trazando sin convicción con sus pies el nueve en lápiz y con el pie cambiado, signo de su creencia. Ocupad