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LOS TRES MILONGUEROS DE DALECHANCHO FUMÁS - Comentado por A. Gurrietes Borges

Editorial EL CROTO,  consciente de los tiempos que nos tocan vivir, acaba de sacar un nuevo bodrio para distraer o sus seguidores y desesperar —tiemblo al pensarlo— a todos esos pobres desgraciados en confinamiento con esta única lectura. Fruto de alguna de sus muchas fiestas de pre-presentación en la que los amigos del editor  y poetastro Dalmacio Ganci dan pábilo a sus desventuras literarias en egotistas orgías esta gruesa adaptación de la obra Dumas/Maquet tiene su correspondiente en la dupla Fumás/Chaquet.  Sabido es que Dumás se llevó el crédito literario aunque acabó en la ruina mientras Maquet acabó sus días en la riqueza. Cosa que no se espera de estos dos sirvientes del patetismo a quienes habrán olvidado en la próxima bacanal. Vayamos directamente al monstruo, adelantando desde ya que los supuestos escribas son cómplices de un inverosímil cruce entre la novela original, la literatura gauchesca y —el cerebro nos mantenga coherentes— la ciencia ficción. Si  mecho mis apreciacio

LIBRO DE LAS MILONGUILLAS II(BUSCANDO A CLEMENCIO)

«Es curioso como el ingenio del ser milonguero obtiene diversión de la torpeza ajena. Si a la primitiva costumbre de criticar de los patriarcas y matriarcas de  mesa y  vino le agregamos la innovación tecnológica, obtenemos algo similar a lo que ocurre en la única milonga de la inexistente ciudad japonesa de Kamorisu. Digo inexistente porque la ciudad es un plató de filmación abandonado en Italia,  un basamento real construido por encargo para  la animación virtual de una ciudad ideal creada por  diez mil hikikomoris que la habitan sin salir de su habitación. En esta imposible locación ha encontrado refugio una pequeña comunidad de milongueros que, haciendo uso de una de las salas principales han montado impunemente su milonga, bajo la dirección de dos parejas Argentinas con ansia y sin dinero.  Allí, todas las noches estos caraduras de catalogo, que malviven o sobreviven del turismo milonguero y los despistes entre las tablas y los cartones decorados, cobran precios que van desde la b

LIBRO DE LAS MILONGUILLAS (Buscando a Clemencio) Por Catulo Bernal.

"La Milonga de Sucundum debe su nombre al enano volcán extinto donde se asienta. La ambición y la locura del hombre han puesto sobre la superficie del cono una cupula de plastico azulenco que aprovecha la luz natural para iluminar la gigantesca sala y una permanente muestra de arte de lava,con objetos minerales  o animales de forma curiosa y una atracción sujeta a la roca volcánica: un Drakkar con cuatro vikingos en siesta eterna desde la única erupción registrada en 1273, que sirve como no podía ser de otra manera como altar de peregrinación y barra con un envidiable surtido de cervezas artesanas y otros brebajes.. Se accede al interior por un agujero horadado en la roca y se llega luego de sortear algunas galerías al centro de la erupción.  En el centro mismo, allí donde la tierra manifestó su inconformismo eructando sin mayores consecuencias Ignor Cruster, millonario y filantropo empresario del tango, puso su pista de madera de abeto ruso encerada con aceites noruegos de navega

¿CATULO BERNAL SE CASA? - por Diogenes Pelandrun

Son las ocho de la mañana. El frío empaña los cristales del tangomovil negro del filosofo Pelandrun. La carretera es una cinta larga, aburrida.La espectación me mantiene despierto. En el asiento de atrás Piton Pipeta y Romulo Papaguachi duermen. El coche que fue de un cura se mete en el carril contrario. Grito para despertar a Diogenes. Le sirvo un mate. Estamos viajando por impulso. El mismo impulso que me llevó a preguntarle a Nina si se quería casar cuando volvió de sus vacaciones. Quedó en silencio. Bajo la vista. Sonrió. Me miró con esos ojos que son como el mar de una playa mansa.  Me dijo:    Necesito saber que si te vas un tiempo la casa se va a llenar de  ausencia y aunque este bien querré que me acompañes. Extrañarte en mi mundo. En mi lugar y que me extrañes  en tu mundo, ese hotel embrujado, la milonga, el bar,  tus amigos. Necesito saber que aunque los dos podemos estar solos o llenos de esas cosas y personas  que pueblan nuestras horas, mejor será que estemos juntos comp

LA BALADA DEL TANGO CHICLE - Comentarios de libros por A.Gurrietes Borges

Confieso que había perdido las expectativas y la perspectiva con Editorial  El Croto.  Hasta una dilatada trayectoria de infamias puede de vez en cuando dar alguna perla, como sucedió con Peter Pantango y Las milongas del más allá  (Ver comentario en este mismo blog). Pero eso no significa que Dalmacio Ganci, el editor irresponsable haya madurado, haya aprendido o simplemente haya adquirido con el tiempo un criterio critico atinado. En una editorial de amigos y parientes tapadera de gente bien con ínfulas culturales cada tanto hay una recomendación equivocada. Y de esta recomendación sale después un libro bueno. No es este el caso de La Balada del tango chicle,  obra que parece una redacción de tercer año de secundaria. Quien firma en esta ocasión es un/a tal Carrie Macarry. Y no puedo pensar en los motivos que tiene alguien para usar un seudónimo así. Chiste  interno de un sábado con fiesta y alcohol, como suele suceder con los libros de El Croto . Normal, ¿Y que es exactamente La bal

¡CATULO BERNAL SE CASA! - Por Diogenes Pelandrun

Salgo de la pizzeria luego de verificar que mis nuevas creaciones Parmenides con anchoas, Platon de Bufala y Discepolo con pistachos,  se hornean adecuadamente. Subo al tangomovil, exorcizado de su anterior dueño cura por muchas tandas de Darienzo-Echague y me dirijo al Oriental, la milonga a cielo abierto. Como todos los viernes. En la entrada de ligustrina Bradbury cuenta el cambio y me da el numero habilitante. Alguna vez Riquelme estiro su generosidad de organizador sorteando  una mesa servida para cuatro personas. Los que ganaron, Integrantes del ballet  Soga flaca  comieron para las generaciones venideras. Ahora, si hay sorteo, es para ver en primera fila a los Titanes de la milonga  cuyo publico selecto se compone de apostadores compulsivos. Cátulo Bernal colecciona números y cuando esta inspirado escribe versos cortos detrás para regalar a las muchachas que no le hacen caso.  Ahora todos los números son para Nina, su nuevo amor. Llego temprano. La mesa bajo el árbol de limo

Trogledi Girs y la banda de los «palpitadores» solitarios.

¿Quién no recuerda a aquel muchacho sembrado en años que los picaros y las muchachas veían llegar en impecables traje de tonos frambuesa pisoteada por los carros? ¿Quién era aquel  héroe del la polilla, el heredero de la tinturas que desteñían rosa, que nunca repetía paso o gradación y comandaba aquella banda de oscuros marginales del abrazo, con sus características polainas color mostaza y unos sombreros marrón claro, de ala pintada a mano con motivos florales  donde se leía en trazo fileteado Soy como todos palpitador solitario  a juego  con camisas horribles en tonos verde moco, corbata amarillo plátano  pasado, traje de confección vencido por el peso y el zapato campero, flecudo, irresponsable, acompañante digno del baile no sabido, anárquico, con el que todos lo códigos chocaban al igual que los otros bailarines, los que hicieron de la habilidad una virtud y del defecto una cadencia incombinable? TROGLEDI GIRS ,  le llamaban por su rocosa, férrea forma de  girar desde el cuello s