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LOS ELEGANTES, LOS REOS Y EL TREN COLOR OLVIDO, EN "EL ORIENTAL"

Gabriel Sodini se había ido a musicalizar  sus últimos festivales Europeos antes de volver a su querida Barracas y  La Milonga del Oriental se resentía con la poca  calidad de un pincha discos de   maquina  remendada y ecualizador a galena. Hacia frío pero el incierto emplazamiento de la única milonga al aire libre estable mantenía el calor y el micro clima favorable al milongueo.  Quizá fuera la protección del ligustro de la entrada, con su agujero en forma de contrabajo que da cobijo el tipo de la puerta, raudo para cobrar, bailar y detectar colados.  Quizá  las miasmas de la anchurosa sanja a izquierda  o el alto terraplén ferroviario a derecha manteniendo la temperatura estable.   O tal vez  las artes del señor Cepito, un jardinero con rasgos orientales que ha transformado la lisura del confín mas allá de la parrilla y las instalaciones del Ring donde los "Titanes de la Milonga" se masacran a voleazos, en un pequeño bosque vitivinícola, a instancias del dueño Riquelme, qu

TERIN MELLADO, REFLEXIONES DE UNA ESCRITORA EN LA MILONGA

"Antes escribía unas novelas largas y aburridas, capaces de adormilar a Marcel Proust hasta que un día me di cuenta en la milonga que eramos muchas mujeres las que esperábamos para bailar. Por uno u otro motivo los hombres estaban en inferioridad numérica e intelectual, prefiriendo - como siempre - a aquellas muchachas cuyos atributos físicos excedían nuestros discretos encantos. Excedían incluso en mucho su corto raciocinio, que les hacia creer que comprendian los secretos del tango, cuando en realidad se daban alguna maña para bailar o abrazar.  Me considero una buena bailarina y mi belleza es modesta. No soy la única. En esa epifanía que tuve un viernes se me ocurrió que podía reflejar lo que pasaba en el ambiente y además contribuir con mi saber para que todas esas muchachas que esperan tediosamente que las saquen tipos que a veces no se toman ni la molestia de echarse desodorante en las axilas y se perfuman con vinagre de alcohol, tuvieran algún divertimento."          

UN CASO DE POSESION EN LA MILONGA DEL ORIENTAL - Por catulo Bernal

Era viernes por la tarde y juntábamos pasos y vermut en la Previa a la Milonga del Oriental con Papaguachi, Piton Pipeta y El Profe Maradona en la mesa habitual del Bar "Roñoso". Al segundo el único ventilador del establecimiento  se vino abajo  impactando de lleno en el cuello del Uruguayo Pococho, ex dueño de un carrito de choripan en el asteroide Zappa y parrillero titular de la "milonga del Oriental". Estaba tan oxidado que al contacto con el cuero  curtido  a asados del uruguayo directamente se desintegró.  No obstante, en el impacto un trozo de revoque del techo en el que el pintor Marsulio Mamerces había inmortalizado una imagen de Libertad Lamarque sosteniendo una botella de borgoña le dio de lleno en la cabeza, lo que provocó en Pococho una acentuada vacilación. Vimos como se le ruborizaba de sangre un costado de la cara.  Se le doblaron las piernas, los ojos le bizquearon hacia oriente y manoteando con sus falanges gigantoides en busca de oxigeno se vino

PETER PANTANGO Y LAS MILONGAS EN EL PAIS DE "NUNCA JAMÁS" - Comentarios de libros por El coya Gurrietes Borges

"El Croto". Solo a esta editorial que se saca libros como provoletas parrilleras se le ocurriría dar cabida entre su catalogo de basofias y - en el mejor de los casos - decepciones a un libro que va incluso en contra de sus principios. Ya desde el titulo se avizora la intención de forzar la originalidad: el apellido mismo del protagonista  es una vuelta de tuerca mas en un tornillo oxidado: Pantango.  Según el seudonimado autor firmante Jaime Grasapunta -   que remite al Bacigalupi  de  "La Chica Mecánica" y a los talleres de coches con muchas fotos - Pantango es, como la misma palabra lo indica,  "Todo Tango" y una contracción de pantalón y tango. Pantalón cortado en pico y  raído en las puntas, pues Peter lo arrastra por las pistas del país de NUNCA JAMAS y no tiene tiempo para hacerle el dobladillo o pegarlo  con esas practicas bandas adhesivas que venden los chinos y a tantos milongueros han salvado alguna noche. Pero la tuerca errónea en el tornillo

NADIE QUIERE BAILAR CON GARRAFA

No hace mucho apareció por la MILONGA DEL ORIENTAL  un hombre santo, a quien los  de la "Iglesia Milonguera de los Primeros Pasos" tomaron por su mesías en la desesperada búsqueda de una confirmación a sus delirantes creencias, todas ellas alentadas por su  polémico profeta el  "Pebete Burundi",  que afirma que el tango - completo y acabado - fue siempre Africano.  El "mesías"  bajó con sus discípulos, desdeño el fanatismo de los debutos de la iglesia y se fue a bailar al piso y con elegancia desarmando con su estilo milagroso todos los dogmas de fe de esta secta, que suele venir a las milongas con sus característicos colores rojo y amarillo.  El Pebete Burundi se tiro a la sanja que limita la milonga, esperando entre las miasmas un bautismo que nunca llegó. Y los delirantes miembros de la secta se dispersaron entonando  su padrenuestro milonguero, trazando  sin convicción con sus pies el nueve en lápiz y con el pie cambiado, signo de su creencia.  Ocupad

MILONGUEROS EN EL MUNDO - DOS ORILLEROS EN REYKJAVIK

Queridos amigos de Lusiardo Tango Club Soy Nicanor  Pompete de la pareja de tango orillero " Los Pompete" integrada por mi mujer Celina y un servidor.   Les escribo  desde Reykjavik, la capital de Islandia, un lugar del que apenas teníamos noticias y al cual llevamos con pasión y alegría, el tango orillero que solíamos enseñar en nuestro Villa Soldatti  Natal.  Siempre habíamos querido recorrer mundo y fue en el 2001 cuando vimos un sugerente anuncio publicado en Internet desde un locutorio donde a veces íbamos a ver vídeos de tango del maestro Requete para enseñar a nuestros alumnos: "Gran oportunidad de negocio - decía - "Heladería funcionando a pleno en Reykjavick busca socios por ampliación de cartera de clientes. Inversión inicial 4000 dolars. (estaba así escrito) Señor Cacho Chañaca". Eramos jóvenes. Impulsivos. Ambiciosos.  Apenas chequeamos el nombre o el lugar.  Además por nuestros temperamento fogoso - que se trasmite a nuestro baile lleno de inte

EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS PRINCIPIANTES

Noches horribles, tangos arruinados por el sudor y el apuro, clones de colonia que en contacto con el miedo comienzan a despedir extraños olores, pasos practicados concienzudamente en horas y horas de soledad con tangos prestados e inadecuados y la ayuda de enseres domésticos que no se pueden reproducir en la ronda porque un objeto inanimado no no juega ni se comunica como el otro,  desplazamientos laterales que terminan en empujón, codazo y puntazo al tobillo,  soberbia, estilo y alicientes que se van al garete al entrar a bailar a la ronda con solo un mes de clases y la compra del primer cromo.  Todos los elementos de una pesadilla recurrente que cualquier principiante experimenta una vez en la vida y que marcara su entrada al vértigo milonguero o un tachón en su empujon de una palabra amable dicha por los viejos milongueros. Pero hay quien ejerció ese menester de manera profesional,   un ciudadano desinteresado que era capaz  de amortiguar con su sabiduría la precipitación y el apur

AVENTURAS Y DESVENTURAS EN SIGTES 2016(LA VUELTA A LOS ORIGENES) - Por Catulo Bernal.

"Me voy al Festival de  Sitges" - me dijo con una voz que sonaba como si hubieran atado un paquete de distancias y lo arrastraran por un suelo poroso - "Si vas, Catulo de las palabras bajo la sombra de ese árbol que no conoce sombra me encontraras". Iba. La crónica del festival recuperado al centro de la ciudad del mar, la milonga playera en el crepúsculo y las milongas pos milongas con olor a brisa fresca me desvelaba menos que un reencuentro con Helena. Desde el duelo fallido a sifonasos en la Milonga del Oriental con el tipo blasón una madreselva prendida en el corazón a modo de enseña - metafórica y realmente - para sentirla cerca.  Liquidé como pude un par de talleres: "Retorica para tratar a Borrachos 2" y "como escribir poemas cuando desborda el río" que impartía a jubilados y me permitia complementar holgadamente los ingresos mensuales y me dispuse con mis mejores galas a abordar el expreso a Sitges, que pasa como saben, por muchos túnel

espinas, rosas y poemas en la Milonga del Oriental

Estábamos en la milonga del Oriental, como cada viernes, esperando por un nuevo invento culinario de las cocinas del Chef Otilio Rivadavia "Pollo relleno asado  en costra de barro"  con ensalada de piña y chuleta sajonia  teriyaky, una ostentosa colaboración que había restado un cuarto de la parrilla del Uuguayo Pococho a los clásicos choripanes con chimichurri y algo de tierra en forma de pozo a esa imprecisa frontera-pasillo que contiene las mesas y delimita el predio compartido por Los muchachos del fútbol y los seguidores de los "Titanes de la Milonga" cuyos combates se han vuelto más esperpénticos, si es  eso posible.  La pista de tierra, casi pulida por la infinidad de rondas, estaba hasta los bordes y el personal estable hacia prodigios de amagues y traspiés para esquivar a las parejas conformando una suerte de coreografía improvisada cuyo único objetivo era proteger las bebidas y las viandas que se consumian.  Riquelme el organizador lo tenia claro: ninguno

CUENTOS CLASICOS PARA NIÑOS MILONGUEROS (o milongueros con alma de niño)

* PULGARCITO ADAPTADO DE LA VERSIÓN DE PERRAULT. * BLANCAANIS  Y LOS SIETE MILONGUERITOS - ADAPTADO  DEL CUENTO DE LOS HERMANOS GRIMM *  LA MILONGA NUEVA DE LA EMPERATRIZ - ADAPTACION DEL CUENTO DE HANS CHRISTIAN ANDERSEN. Para evitar detalles escabrosos, escatológicos y sexuales al estilo "Cuentos de Canterbury" hemos optado por deslizar en la trama el número (1) que correspondería al famoso y conocido WINK, WINK, NUDGE, NUDGE(codazo, codazo, guiño, guiño) acuñado por primera vez por los Monty Python en celebre Sketch y para salvaguarda de las criaturitas milongueras a las que supuestamente esta dirigido este post.  Aunque más bien es un esfuerzo por retrotraer al milonguero de cualquier edad a su infancia. Esperamos que lo disfruten y les haga volver a las noches de cuentos con los ojos brillante. PULGARCITO   Erase una vez un milonguero llamado Pulgarcito, no por pequeño, sino porque sacaba el pulgar  al bailar. Sus  padres, unos campesinos muy pobres que v