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MODESTO DEPROFUNDIS - Un milonguero del renacimiento

Bailarín, cantante, actor, poeta, músico, pintor, seductor, aventurero,  humorista. Todas estas disciplinas se aunaban en la figura del milonguero que nos toca semblar, un tal Modesto Deprofundis, de mentas en neta inconsonancia con su forma de ser. Un personaje cuyas mil facetas presentaban a la luz de la critica inspirada defectos y hasta groseras fisuras.  Modesto se vendía como un diamante en neto pero apenas llegaba a trozo de carbón.

EL FRAUDE DE LOS MILONGUEROS EXITOSOS

En la vida moderna las leyes de la oferta y la demanda no siempre justifican emprendimientos privados ni publicos en aras del bienestar general. Más bien esos emprendimientos suelen obedecer a inquietudes personales de indole artistica o descaradamente pecuniaria de gentes que se sienten llamados al misterioso mundo de los "dueños de Milonga". A ese tipo de gentes, que suelen ver oportunidades en donde la mayoría solo ha visto ruina y desolación y que suelen escudarse en la frase: "aca de eso no hay" suele asaltarles la revelacion en lugares coloristas y pintorescos a los que han acudido de invitados. Hay quien dice que sugestionados por un ente llamado "El fantasma de los negocios" - de quien hemos hablado en otra entrada les acontece la epifania, el furor mesianico. Y entonces,  en medio del brindis del cumpleaños de su tio Gumersindo sueltan algo asi como: "Che, que lindo lugar para poner una milonga".

LA BANDA DEL SILVER SHEET* - Por el turco Desvarietti

(* juego de palabras intraducible entre chapa y mierda) Los años noventa corren y los milongueros de a pie, al trotecito, apenas llegan a alcanzarlos. Rebeldes, pese a todo, sobreviven malamente haciendo suya la consigna de Asterix: resistir ahora y siempre al invasor. Pero la lucha es encarnizada. Desde afuera la influencia de la estética Dark tipo The Cure - con la que algunos milongueros simpatizan - ha dado paso a una turbamulta de desprolijos sin ilusión y sin fe

INCONTINENCIA MILONGAL por Gongoro Rasquete

No es el nombre de una enfermedad que aqueja a los jóvenes milongueros que adentrandose en el tercer año de baile se entusiasman al punto de querer bailar todas las noches en todas las milongas - incluyendo la tarde de los lunes, dedicada tradicionalmente a practicas o visitas - degastando zapatos y durezas por igual. Los veteranos del "·Oriental" que estaban allí cuando todo empezó y experimentaron la mutación de los sucesivos hules cubre mesas,  la deriva de D`arienzo a Pugliese a De Canaro a Firpo y de Dágostino a Greco - Pero no Piazzola, nunca Piazzola porque la pibada se entusiasma y le da por corcovear en la ronda y a los viejos no le gusta (juna gran que algún Ditey se anime alguna vez con Piazzola y se deje de verduleras fastidiosas, pido desde este humilde espacio encarecidamente) y se van sin bailar-  aquellos ilustres contendientes del reúma que

CURSO DE MILONGA EN OCHO CLASES POR RAMON PAREDES

A Pedido de algunos alumnos de Ramón Paredes en Twiter que quedaron decepcionados por la interrupción del curso como cuando dejaron de salir los fasciculos de "Famositos Tangueriles"  reproducimos sus clases, corregidas y enviadas a través de un teléfono móvil - Aunque no nos responsabilizamos por daños y perjuicios, y menos por prejuicios: CURSO DE MILONGA EN OCHO CLASES POR RAMOS PAREDES. 1 - Bienvenido: primero estiraremos las patas alternativamente

EMPRENDIMIENTOS MILONGUEROS QUE NO PROSPERARON

CURSO DE MILONGA PARA TWITTER DEL PROFESOR RAMON PAREDES.:  Un fracaso absoluto. Este acreditado docente del Canyengue, ilusionado por el auge de las nuevas tecnologias intentó impartir clases utilizando 160 caracteres. Ante las quejas de los seguidores por las cripticas consignas de Paredes y su estilo parco y deshumanizado, además de una improvisación chapucera que le impedía prever la primera lección como ultima Paredes fue obligado a abdicar en favor de

LA BATALLA DE "EL ORIENTAL"

El rastrojero atravesó los tiempos, los espacios y las milongas y también un murete con cascaras de sandías obra del artista plástico Roman Ricciardi, primera parte de una ambiciosa villa medieval que habrá de elaborarse solo con cucurbitaceas y que ya erigía sus insectos a la penumbra de la pampa, desdibujando el trazo rectilíneo desde donde tantas veces vimos avanzar al indio. Pero ahora, a nuestros ojos el descampado donde todos los viernes