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TIEMPO DE RADIO TANGO

 Ahora también puedes acceder a nuestro programa de radio. Tiempo de Radio Tango, con todos los tangos de siempre y los de hoy. https://tiempodetangobarcelona.blogspot.com/2021/11/programa-tiempo-de-radio-tango-43.html <script async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js?client=ca-pub-0306504764991980"      crossorigin="anonymous"></script>

CUENTOS DE MILONGA Y MADRUGADAS (edición digital y papel)

 Un paseo por la milonga, el lugar sagrado para quienes bailan tango, esbozado en pinceladas humorísticas e imaginativas con la poética de esas noches mágicas que se pierden en la nada como el paso inspirado de algunos bailarines que se niegan a desaparecer en el olvido. https://leer.amazon.es/kp/embed?asin=B08ML42JT6&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_4W2QNT7SRQ4JJC1M3T00 <script async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js?client=ca-pub-0306504764991980"      crossorigin="anonymous"></script>

LOS DIOSES DE LA TORMENTA ODIAN LA MILONGA

  Aquí no. No es posible,  pensó el muchacho mirando el cielo de octubre, ese cielo tan extraño al nubarrón, a la inclemencia. Luego, su giro voleado en los últimos compases de un Fresedo lo alejó de la inquietud y lo metió de lleno en la noche qué, más allá de los dos focos y la ristra de leds, se posaba segura sobre el parque. En la cúspide de la fuente, el espacio donde se milongueaba todos los sábados hasta bien entrado el otoño, quedaban como mucho seis o siete parejas. El aire traía cargas, olores de tierra que presiente la afrenta de la lluvia, fresco y calor, mezclados por quienes prolongaban el estío con sus ansias.  Un refucilo partió el cielo en dos. Los antiguos dioses   son capaces de atrapar el aire con sus manos y romperlo como una foto vieja. T odo nuestro mundo cabe en una de los cuartos más pequeños de la divinidad, en una caja con postales que espera su destino de basura en el cuarto polvoso de su mansión vacía, pensó. Y luego ¡Que bien que baila, que bien que huel

ANDANZAS EN COLOR CIELO (FESTIVALEANDO EN COSTA BRAVA)por Cátulo Bernal

EXPERIENCIAS DEL TANGO BAILADO El mensaje de Damián era escueto: «Hola, Hola, ¿vas a San Feliú?» Como pluma visible del blog, había decidido darme una vuelta por el festival Color cielo , después de algunas fallidas circunstancias personales que me impidieron asistir otros años. Los CUENTOS DE MILONGA Y MADRUGADAS —donde duermen algunos de mis versos— merecían el escaparate de un festival, ahora que, tímidamente vamos dejando atrás la pesadilla pandémica. El Domingo, con el asado milonguero era un buen día para llegar, pero las sabias palabras de Nina urgiéndome para que estuviera allí en los días principales me llevaron a indagar los planes del amigazo. Lo sabía ganador del Full Pass Color cielo en la Sagrada Milonga, y como no es hombre que desdeñe ninguna ocasión de asado y milongueo, supuse que ya habría reservado hotel para los días principales. Y que su pareja no estaba muy entusiasmada con la aventura(de ahí la pregunta, el disparador, el macguffin, un lunes por la tarde). Un

SERES MÍTICOS DE LA MILONGA: EL «MIL CARAS»

 PERSONAJES DEL TANGO BAILADO Entre los seres que pueblan la imaginería popular milonguera destaca uno que suele manifestarse en aquellos festivales o maratones con profesores de renombre y pocos hombres entre aquellos apuntados a las clases matutinas. Se le conoce vulgarmente como Mil caras , por su apariencia multiforme y unas horrendas gafas de carey que ocultan sus ojos y provocan pesadillas en las muchachas extranjeras sin pareja. Su comportamiento se describe como Síndrome del milonguero editado. Veamos algunas de sus características. Se trata de uno o varios sujetos que se autodenominan «expertos» por acumulación de clases en encuentros veraniegos. El tipo de «bailarines» que no aprovechan ningún saber ni desdeñan jamás la ultima copa en esos disputados encuentros de verano en los que requieran servicios tempraneros como taxis de favor o a bajo costo.  Suelen ser correctos en la primera hora del primer día del festival y a medida que avanzan las noches, las copas, el jolgorio, e

EL INFRANQUEABLE CAMINO HACIA LA NADA (EL GO III)

 Será que llevamos mucho queriendo llegar. O que los ecos de la conversación entre el joven Sacmer, reportero de intrigantes faunas milongueras y el filósofo Diógenes Pelandrún (Su primer entrevistado en el ciclo de La Recalcada) ha derivado desde un encuentro entre extraterrestres y milongueros detestables en un barrio suburbial, a las abducciones metafísicas. Discusión en la que es inevitable recordar a Corchito Echesortu, a quien dicen que devolvieron los Hercolobusianos con el bailar cambiado. Y a mi padre Clemencio y su amigo Taulo de Sardo, desaparecidos luego de parar en el faro-hostal del Ninfo del Traspié y Edda Minor.  Acaso sea por ansiedad que no se nos revela aún el mar interno, el faro y la casa protegida por rituales y amuletos. Y mucho menos el inefable trazo del Go, esa secreta sociedad, rumor, chiste o custodio de vaya a saber que obsesivo tesoro del tanguerismo.  Diógenes, cuya filosofía se apoya de cabeza en el pragmatismo dice: —Así no llegaremos nunca. En vez de

¿CÓMO DEFINIRÍA EL TANGO BAILADO A ALGUIEN QUE ACABA DE LLEGAR AL PLANETA?

 RAREZAS DEL TANGO BAILADO —¿Cómo definiría el tango bailado a alguien que acaba de llegar al planeta? —¿Porqué haría eso? —Digamos que es una suposición, un caso hipotético. Sígame el juego, ¿Cómo le definiría una milonga a alguien que acaba de llegar al planeta? —¿Se refiere a un bebé? No tendría ya bastante con todas esas cosas raras del nacer en el primer día? —Un ser, una entidad. Elija la etiqueta que más le guste ¿Cómo se lo explicaría a alguien que no conociera el tango bailado? —¿Es por una inquietud filosófica, una duda religiosa, un desvelo? ¿Tal vez un enamoramiento, un emprendimiento comercial, para vender algo? Es que depende para qué le contesto. —Al caso es lo de menos. —Eso lo dice usted que es joven y anda entrevistando gentes cuando debería bailar. Pero no es lo mismo.  — Hablo de una persona recién aterrizada en el planeta tierra. —¿Persona? según lo que estoy entendiendo persona es mucho, o poco suponer, como se mire. No es lo mismo explicarle el tango a un visitan