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Desescombrando la milonga

Pitón Pipeta vino con la novedad a la mesa remozada del bar Roñoso en donde ocupáramos nuestro tedio pos vermut  jugando a esquivar pataduras y bochincheros en el juego de moda "Milonguero Ninja" que los Mamerces habían adaptado a una vieja mesa de jueguitos electrónicos con palanca y botones para 4 jugadores,  después del re-estreno potente en la noche del lunes de Milonga del Pipa en su nueva locación de "la Yumba". - Cierran MILONGA DEL ORIENTAL.  Martita, que hace Teatro  en el potrero, me acaba de mandar un mensaje.  Dice que en la tranquera de la entrada  hay un cartel explicando que por orden del C.onsorcio I.nternacional M.ilonguero y por culpa de los disidentes tiratomates hasta que no se pueda garantizar la seguridad  de los asistentes y sus ropas de diseño la milonga queda clausurada. - Eso es una excusa. Los tiratomates no han vuelto. Y los toxitangos se han ido junto con los mercaderes del paso a otras milonga apadrinadas. En todo caso creo que lo

MATIAS CARAJETE, EL COMPENSADOR DE LA MILONGA - Una entrevista de Enriquito sacamerdi para LA RECALCADA

La voz metálica  de nuestro jefe tácito Puan Hiriarte me sobresalto saliendo desde el busto en  cobre de Lusiardo mientras afilaba las tijeras peluqueras del Profesor Maradona y arreglaba el enchufe de uno de sus secadores: "Sacamerdi, hay un trabajo para usted. Tiene que entrevistar a un amigo del Filosofo Pelandrun. Encontrara instrucciones en su escritorio y los vales de comida y transporte. No se demore mucho." El  amigo es un tal Matias Carajete, mediador y catalizador energético de la milonga. Como siempre que voy a patinar por el helado borde de la locura me puse ropa abrigada, botas de goma para no resbalar e invocando paciencia  a San Finito Escabiadin me fui a verlo a una lechería nueva que se esta haciendo famosa por servir la merienda casi al pie de la vaca, con unas apetitosas medialunas de alfalfa. Metro, tren y autobús me dejaron casi en la mesa misma del tal Carajete, un hombre flaco y atildado. Literalmente atildado. Tiene  una moneda de cinco guitas clav

COMO AFRONTAR LAS FIESTAS SIN PERDER LA MILONGUERIDAD - Por Nicanor Rumiseldo Paredes (facebuquero senior)

Fiestas. excesos. La milongueridad corre peligro. los convites y los agasajos se suceden sin pausa. Aquí le damos consejos cortos para no quedar como un sanguango y perder  esa aura misteriosa que muchos llaman "Saber estar" 1- Si le es imposible pasar por su casa después del agasajo y antes de la milonga debe ir equipado con un kit de supervivencia en la bolsa de zapatos utilitaria: una camisa arrugable en una bolsa del mercadona, pastillas de menta, calcetines, una toalla, un termo con café y sal. En el bolsillo con cierre del abrigo un par de billetes para imprevistos y su dirección anotada, junto con calles aledañas. Conviene tener un peine y una tirita, idealmente. 2 - Nunca vaya al agasajo estrenando un traje. Conviene que se lleve una chaqueta casi a punto de jubilacion, unos pantalones de tiro alto, con tirantes, para evitar las miasmas del baño y una camisa baqueteada. En estas fechas abundan las salpicaduras y las devoluciones. y si el traje tiene que acunar un ch

El Milonguero que enrollaba inviernos

Llegó "al Oriental" casi con el ultimo tren de la milongueridad turística, cuando apenas quedaban pacs de tango con el emblema del C.I.M.  lamentables bolsitas donde se asfixiaban el choripan recocido, almanaques con postales de milongueros que ya no vienen más y un llavero con zapatos masculinos o femeninos con el insidioso logo del consorcio y el nombre de la milonga apenas sugerido. Cuando se iban los últimos toxi-tangos dejando al borde de la pista su mugre de tarjetas y negocios. Cuando comenzaban los combates en serio en el ring de los "Titanes de la milonga" y los demonios se soltaban por fin, sacudiéndose el almíbar de la pose en épicos contrapuntos de madurez y maña afrontando a la orquesta enlatada con la ventaja de mil tandas repetidas. Traspiraba frío, el  pantalón mojado en los bajos por la lluvia y la inclemencia viniendo a secarse en el calor del micro clima entre el terraplén, bosque y sanja. Con los zapatos de bailar puestos, para ablandarlos pisa

LA MILONGA DE QUICUCHO

Eran unos anfitriones macanudos los Quicuchos. Llegabas temprano a su milonga y te acomodaban en el mejor sitio, hasta que llegaban sus amigos “Los artistas” y Quicucho recordaba que la mesa donde estabas se la había reservado a tal o a cual y casi llorando te decía que lo perdonarás, “Porque vos sabes, ellos lo dan todo por el tango” Y  vos querías decirle: “Yo también Quicucho. Me vengo desde lejos para bailar, aunque mañana trabajo temprano y me dejo el alma en las pistas y la mitad de la plata en la milonga, porque al tango hay que apoyarlo”. Pero el Pobre Quicucho compungido te acomodaba donde podía, al fondo, donde ni la pista se veía, junto con otros milongueros no preferentes.  Pero igual, sonriendo y para tener un detalle con vos te invitaba a comer alguna de las empanaditas que preparaba la Quicucha, que no eran muy sabrosas pero tenían buena pinta. “Te hago precio”  te decía. Y vos, que no tenias mucho hambre sucumbias a la gula y le comías dos o tres de esas co

SAULO CRAPANI, EL PROFETA EN LA MILONGA. Una entrevista de Enriquito Sacamerdi

Cada vez que aparece un personaje en el ambiente del tango se oye la voz profunda de Puan Hiriarte que me habilita estipendios para confrontarlo. Solo su voz. Es el jefe tácito de la redacción del Blog, tan esquivo que hemos llegado a nombrarlo el Archiausente. Para que cuento esto? Como introducción a la entrevista que me esperaba. "Parece ser un profeta, o un predictologo del tango. Los que lo conocen comentan que su personalidad es magnética, puede que atraiga a todos los paparulos. No se deje influenciar y traigame una historia." decía la hojita de instrucción. También había cinco euros con cincuenta, al lado de una publicidad de durum. La particular forma que adoptan los tickets restaurantes del blog y una tarjeta. "Saulo Crapani. Viajo al futuro de tu tango y te traigo las llaves. La foto de un hombre calvo o rasurado, con los ojos hundidos en la oscuridad y todas las señas de un nuevo fraude. Concerté una cita en su consulta, luego del horario laboral, de 12 a 8,

El cabeceo, la mirada impenetrable y la milongueridad de diseño - Por Catulo Bernal

Por inercia nos llegamos al Oriental, la Milonga al aire libre de los viernes  al filo de las once, cuando aun quedaban por pasar dos trenes turísticos con su cargamento de hurguetes y viajeros de la noche que se acuestan tarde y buscan algo autentico en los tours organizados por el "Consorcio Internacional de Milongas". Íbamos Piton Pipeta, Romulo Papaguachi, el Pibe Pergamino y El Filosofo Diogenes Pelandrun, con ganas pero sin espectativas, porque aunque la milonga mantenia la estructura pintoresca de un potrero  con su microclima agradable en delicado equilibrio por el terraplén ferroviario, los ligustros de la entrada, la pampa mas alla de la parrilla y el bosque cuidado por el jardinero japones, afuera en la ciudad el frío se colaba por todas las rendijas y las reformas redefinían su concepto de milonga rea por un diseño aséptico. Aunque el toque de distinción suburbana seguía allí con el Uruguayo Pococho  al frente de la parrilla y puchero mixto de carne y gallina anun

Aventuras en Viena - Por Catulo Bernal

"Por una amiga común de nombre Griego he conocido su nombre y su labor como poeta. Si puede estar en Viena este Martes 17 de Octubre a las 22.50 horas para honrarnos con su presencia y algunas palabras al pie de las escaleras de Strudlhofgasse 8, Distrito 9 Alsergrund, le estaré agradecido y me brindaría un servicio y un favor que considero incalculable. Como sé que es un hombre ocupado puedo ofrecerle una habitación doble en el hotel adyacente, billete de ida y vuelta a partir del lunes 16 a la mañana y  algún emolumento, además de propiciar un encuentro con su amiga, que forma parte de la ceremonia. Contando ya con su generosidad me permito despedirme hasta el martes de la semana que viene, aquí, en mi querida Austria" decía el mensaje que me llego a la tablet, de parte de un tal Ludwito Feredie.   El corazón me subió a las venas de la frente, bajo al eje y me restituyo a la mesa del desayuno sobre el café volcado. Viena. La ciudad de "El Tercer Hombre", de los p